La violencia contra la mujer es polifacética y se encuentra vinculada a normas de género desiguales y a estructuras de poder socioeconómico, tanto en el ámbito público como en el privado, que contribuyen a reforzar y perpetuar la desigualdad de género.
De esta manera, la violencia contra las mujeres, es una cuestión clave para abordar la desigualdad de género y la discriminación contra la mujer.