Familias campesinas que viven en Chimborazo (Ecuador) han podido mejorar sus ingresos y sus condiciones de vida, gracias que han tenido acceso a microcréditos para mejorar la producción de sus pequeñas empresas. Estas empresas, dedicadas a producir y comercializar lácteos, caña de azúcar y papa, tenían dificultad para acceder a una financiación que les permitiera mejorar sus cultivos y salir de la situación de pobreza en la que malvivían. CODESPA, junto a la Red de Estructuras de Finanzas Populares y Solidarias de Chimborazo (REFICH) y el Gobierno Autónomo Descentralizado Provincial de Chimborazo (GADPCH), han trabajado con ellos para ayudarles a mejorar su producción, su comercialización, su gestión socio-empresarial y el acceso a productos microfinanciacieros.
La provincia de Chimborazo está ubicada en la sierra centro de Ecuador y cuenta con una población de 458.581 personas, de las cuales el 60% vive en zonas rurales. El índice de pobreza de esta provincia es del 54%, lo que unido a una tasa de subempleo del 79%, hace que la población viva en una situación constante de exclusión financiera. Especialmente en el área rural, afectando sobre todo a la población femenina.
¿Qué es la inclusión financiera?
La inclusión financiera se ha convertido en una herramienta efectiva para reducir la pobreza y facilitar la creación de tejido microempresarial, incluso en comunidades o zonas rurales donde existen niveles de extrema pobreza. Codespa ha sido testigo de como productos como los microcréditos pueden cambiar la vida de las personas. Al acceder al sistema financiero, y apoyándoles a través de otros programas de desarrollo como la formación, sus negocios crecen, pagan los alimentos que sus familias necesitan en momentos complicados o la energía que encenderá una bombilla en su casa. A día de hoy, 2.000 millones de personas no pueden hacer estas cosas.
Y el acceso a financiación productiva es una de las problemáticas que también se detectó en la zona del Chimborazo. Las IFIPS, pequeñas cooperativas y cajas de ahorro y crédito principalmente de ámbito rural, surgieron como respuesta a la falta de acceso a servicios microfinancieros en las comunidades. El desconocimiento de las necesidades de estos campesinos y la falta de experiencia de estas entidades en crear productos y servicios financieros acordes a las necesidades de los cultivos, han dificultado la financiación de microempresas agropecuarias.
A través del proyecto y junto a los campesinos, se ha conseguido implantar una metodología de microfinanciación de tres cadenas de valor (lácteos, caña de azúcar y papa) que fomenta la inversión productiva agropecuaria. Esto hace que los campesinos puedan acceder a una financiación que les permita invertir en sus tierras y así conseguir aumentar sus ingresos. De esta forma, pueden cubrir necesidades básicas que antes no cubrían.
El eje central de este proyecto es la lucha contra la pobreza ya que se fomenta los derechos económicos para reducir la pobreza y empoderar a personas excluidas. Para ello, se impulsa que consigan aumentar sus capacidades, mejorar sus condiciones de negociación e incrementar el acceso a servicios financieros con el objetivo de generar mayores ingresos para ellos y sus familias.
Fuente: CODESA